Son muchas las voces que se están escuchando acerca de un
posible “estallido social” en Canarias. Nuestras Islas tienen ya una tasa de
paro cercana al 35 por ciento, de los que más de la mitad son desempleados de
larga duración (superan el año sin trabajar). A esto se suma que hay un
porcentaje alto de familias con todos sus miembros en paro y lo peor es que
esta “sangría” va en aumento.
El último en hablar de “estallido social” ha sido el obispo
de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases. Teniendo constancia de los datos
aportados por Cáritas acerca del número de personas que acuden a ellos a pedir
comida y ayuda, ha solicitado a las administraciones públicas de las Islas que “se
pongan de acuerdo para hacer el bien a los ciudadanos” y ha advertido de que el
“riesgo” de multiplicar las protestas supondrá un “estallido social”.
En su opinión, las administraciones no tienen que “controlar”
la calle sino “responder” a los problemas y ha puesto el dedo en la llaga al
afirmar que “la forma de controlar la calle es responder a los problemas, que
no son de Cáritas, son de la sociedad, y en un sistema que funciona con
impuestos corresponde a la administración solucionarlos”.
En esto coincido con el obispo, lo que no puede suceder es
que organizaciones no gubernamentales o empresas privadas (como el caso de la
Cadena de televisión Mírame junto con varios patrocinadores que preparan un
telemaratón para el 29 de mayo), “resuelvan la papeleta” a la Administración
pública. Lo que no se ha de permitir es que los ciudadanos, entre ellos muchos
niños, de esta tierra estén pasando hambre.
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Cartel anunciador del telemaratón Fuente: Mírame Televisión |
Ahora dirán que es porque los Servicios Sociales de las
administraciones están desbordados y porque no hay dinero. Los euros se pueden
lograr de cualquier cosa. ¿Les doy un ejemplo? Pues de las facturas de
telefonía móvil de los parlamentarios (que ganan un sueldo para pagárselas
ellos mismos), del “recorte en dietas”, del gasto en jardinería en los parques
públicos…si no se pueden cambiar las flores de la ciudad o del pueblo una vez
al mes, se cambian cada tres. De eso y son sólo unos ejemplos se logran
bastantes miles de euros que destinar a los servicios sociales y a los que lo
pasan mal.
Lo que no debe suceder es que algunos de nuestros
representantes públicos hablen de lo mal que lo está pasando el pueblo y
después ellos no den muestras de empatía y de solidaridad con el más débil.
Sí, claro que hay intentos de “poner remedios” como el de abrir
los comedores en el verano para que los niños tengan que comer esos meses, pero
esa apuesta crea más problemas que soluciones, pues se ha de contar con
profesorado, contratar personal y supone un gasto mayor. ¿No sería mejor que se
dieran alimentos a las familias y dejarse de abrir colegios? No sé, desde mi
punto de vista, esa acción es un intento de “quedar bien de cara a la galería”.
Una más, por desgracia, de tantas.
Creo que se deben realizar más acciones y que con una buena
coordinación, empatía, unión y ganas de trabajar de todas las administraciones
canarias: ayuntamientos, cabildos y gobierno autónomo, se lograría que ningún
canario o residente en las islas pasara hambre. No es ninguna utopía, es la
verdad. Así que, ¿a qué esperan?
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