jueves, 2 de mayo de 2013

Un día descafeinado




El 1 de mayo se celebra desde hace décadas el Día Internacional de los Trabajadores. Una fecha en la que se recuerdan los avances logrados por los obreros y se reivindican derechos sociales y laborales. Este 2013, como en los últimos años, esta festividad ha estado “descafeinada”. Cada vez son menos los que se lanzan a la calle a protestar junto con los sindicatos mayoritarios UGT y Comisiones Obreras (CC.OO.).

Las concentraciones y movilizaciones del 1 de mayo se han convertido en reuniones de líderes, liberados sindicales y familiares. Algo que llama la atención en la actualidad: en España hay más de seis millones de personas sin trabajo y lo normal hubiera sido que las protestas fueran multitudinarias. Por ejemplo, ayer en Madrid, sólo salieron a la calle 40.000 personas.

Opino que los datos de seguimiento de las protestas de ayer deberían servir a los sindicatos para reflexionar. La mayoría del pueblo no cree en ellos porque considera que están casi al mismo nivel que la clase política. Los líderes sindicales de UGT y CC.OO. no se diferencian en casi nada de los secretarios generales del PSOE o del PP. Es como si los representantes de los trabajadores estuvieran en un pedestal y “dormidos”.

Con un país donde hay más gente jubilada y desempleada que trabajadora, siguen defendiendo los derechos del trabajador pero se olvidan de luchar por los de aquellos que buscan un empleo. Normal que no se les crea, ¿no? A esto se suman los negocios que han tenido con las administraciones públicas y los cargos que han ocupado los representantes sindicales en grandes empresas y bancos, cobrando un sueldo aparte.

La forma de actuar de los sindicatos mayoritarios españoles no sólo no convence sino que ha generado una desconfianza. Parte del pueblo los tacha de “vividores” porque en cierta forma cuando los has necesitado, no te resuelven la papeleta.

Los líderes sindicales de UGT y CC.OO.


Ellos han configurado un “gueto”. Están a años luz del pueblo y de la clase trabajadora. No tienen nada que ver con los sindicatos de los orígenes y hasta que no cambien esa forma de pensar y actuar, cada vez serán menos los afiliados y los asistentes a las manifestaciones que convoquen.

Ahora mismo este país y esta comunidad autónoma lo que necesitan son políticos y sindicatos que se impliquen y que hagan algo productivo que ayude a salir de la profunda crisis económica en la que estamos desde 2008. Canarias y España lo que demandan son personas que tengan “empatía” y que se pongan en la situación del que lo está pasando mal.

Un desempleado busca ofertas en un tablón de anuncios
Fuente: Diario de Avisos



No hay comentarios: