Un hecho ocurrido este mediodía en la zona de Las Mantecas,
en el que una mujer ha perdido la vida tras ser arrollada por el tranvía, me ha
hecho reflexionar sobre la situación actual del periodismo. Me he enterado
antes por las redes sociales que por los propios medios de comunicación y la
persona que ha dado la información es uno de los que vamos a llamar “pseudoperiodistas”
o “aficionados”.
Lo que más me ha llamado la atención es que desde el primer
minuto ha destacado que fue un suicidio (palabra que hasta hace poco no se
mencionaba en las informaciones periodísticas. De hecho, antes que destacar un suicidio
se hablaba de caída o accidente, porque se tenía la teoría de que la
publicación de estas noticias tenía un efecto llamada. Ahora, al parecer, los
tiempos han cambiado y eso depende de cada medio de comunicación).
Parada Las Mantecas Fuente: Wikipedia |
Acto seguido, han sido unos cuantos los que han compartido la
“noticia” en Facebook. Éste sólo es un
ejemplo de lo que se está convirtiendo el periodismo, lo que Gabriel García
Márquez denominó el oficio más bonito del mundo. Cualquiera que escribe más o
menos bien, sin faltas de ortografía y cuenta con un par de fuentes se cree
periodista y mientras, uno de cada cuatro profesionales se encuentran en
situación de desempleo en España.
Pero lo peor de todo es el afán y el “ansia” que tienen los
pseudoperiodistas por dar la noticia los primeros o, simplemente, porque su
información sea la más compartida o comentada en las redes sociales. ¡Es como
si fueran a ganar el Premio Pulitzer!
Un buen profesional del Periodismo no es sólo el que da la
noticia el primero sino el que da la primicia pero una vez contrastadas sus fuentes.
Flaco favor están haciendo a la sociedad ya que en ocasiones “desinforman” y
lanzan “rumores”. Podría indicarles algunos ejemplos cercanos. Durante el
último temporal que azotó el Archipiélago, hubo personas que con afán de
protagonismo colgaron fotografías pertenecientes al descarrilamiento del
tranvía en la tromba de agua de febrero de 2010. También el “caos” en los
cajeros de La Caixa-CajaCanarias partió de rumorología en las redes sociales.
No obstante, lo más
peligroso que puede estar ocurriendo o pueda suceder es que los periodistas
(debido a la velocidad o al exceso de trabajo) confíen sólo en las redes
sociales y las elijan como única fuente y no contrasten la información…