La verdad que siempre he criticado y he sido de las
principales opositoras a reenviar los mensajes y los e-mails en cadena. De hecho, los suelo borrar, pero
algunos vale la pena volverlos a mandar a tus amigos. Más en unos momentos en
los que te das cuenta de que muchos de los que te rodean están desanimados.
Uno de los que me enviaron hoy al whatsapp y que tengo
intención de compartirlo con ustedes se denomina ‘Las ruedas de la vida’.
“El hijo que muchas
veces no limpia su cuarto y se pasa el tiempo viendo la televisión significa
que ¡está en casa!
El desorden que tengo
que limpiar después de una fiesta significa que ¡estuvimos rodeados de familiares
o amigos!
Las ropas que están
apretadas, ¡significa que tengo más que suficiente para comer!
El trabajo que tengo
al limpiar la casa, significa que ¡tengo una casa!
Las quejas que escucho
acerca del Gobierno, significa que
¡tengo libertad de expresión!
No encuentro
estacionamiento y significa que ¡tengo coche!
Los ruidos de la ciudad
significan que ¡puedo oír!
El cansancio al final
del día significa que ¡puedo trabajar!
El despertador que me
despierta todas las mañanas, significa que ¡estoy vivo/a!
Por último, los
mensajes que recibo significan que ¡tengo amigos!
Cuando pienses que la
vida te va mal, lee otra vez este mensaje”.
Para algunos de ustedes este texto puede ser simple pero
es que en la mayoría de las ocasiones, las cosas más importantes son las más “simples
o básicas”: la familia, los amigos, el hogar, la salud, contar con los cinco
sentidos, con un coche para poder desplazarse, con un trabajo o tener libertad.
Es cierto que en la sociedad reina un pesimismo
generalizado, pero quejándose y cruzándose de brazos no se llega a ninguna parte.
Hay que ponerse manos a la obra, tener esperanza y pensar en que ya vendrán tiempos mejores. Nunca
rendirse y luchar por lo que de verdad es importante. Luchar “por lo básico,
por esas ruedas de la vida”.
No soy psicóloga ni intento serlo, pero he comprobado que
una actitud positiva de cara a la vida, la facilita y rinde mucho más que andar
quejándose de esquina en esquina… Así que a partir de mañana…a pesar de los
momentos duros…ya tienen una tarea que hacer: “mirar la vida con optimismo”.
¡¡Hoy me "ha tocado" el día filosófico!! ¡¡Buenas noches y descansen!!
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